26. agosto 2025 por Annette Kauppinen y Ville Vuorio
De asistente a colaborador: cómo la IA está cambiando el arte de programar – Parte 1
Blog 1 de 6 — Cómo las herramientas de programación con IA están transformando el trabajo diario de los desarrolladores
Ville Vuorio, Arquitecto Técnico para los países nórdicos en adesso Finlandia, ha estado explorando Roo Code, un agente de programación con IA de código abierto que se integra directamente en el IDE. Para él, la IA no es una promesa futura: ya está cambiando cómo los desarrolladores programan, cómo colaboran los equipos y cómo las empresas gestionan software a gran escala.
“Cuando empecé a usar Roo Code, no era escéptico: estaba emocionado”, dice Ville. “Se siente como tener un equipo digital de desarrollo conmigo. Puede implementar funciones, refactorizar código o incluso ayudar en el diseño de soluciones. Pero sigo siendo quien conduce. Como arquitecto, mi rol es ahora aún más importante”.
Esa imagen mental —la IA como un junior capaz y el desarrollador como arquitecto y piloto— resume su experiencia. La IA acelera el trabajo, pero el control sigue siendo humano.
Colaboración con IA bajo gobierno
Los beneficios más inmediatos se ven en la productividad. Tareas repetitivas como depuración, creación de plantillas o borradores de documentación se resuelven en segundos. También desaparece el cambio constante de contexto: Roo Code permanece dentro del IDE, apoyando el flujo de trabajo sin interrupciones. Para Ville, eso significa mantenerse en “flow”, sobre todo en tareas complejas de ingeniería de datos. Además, la incorporación de nuevos desarrolladores se facilita, ya que los juniors pueden pedir orientación a la IA sin depender siempre del apoyo de colegas.
Pero el impacto de la IA va más allá de los individuos. Herramientas como Roo Code y Cline están pensadas para la colaboración multiagente, permitiendo que “compañeros digitales” asuman roles especializados —frontend, backend, testing, seguridad— y se coordinen como verdaderos miembros del equipo. Ville lo considera transformador: “Ya no se trata solo de escalar con personas, ahora puedes escalar con compañeros digitales”.
Cline incluso ofrece tableros de equipo, controles de acceso y reparto de créditos, garantizando que estos agentes estén gobernados con la misma responsabilidad que los humanos. Y esa gobernanza es innegociable. Roo Code y Cline destacan la arquitectura del lado del cliente y el cumplimiento total con estándares como SOC 2 y GDPR. Roo Code permite también modelos locales y flujos de aprobación personalizados, lo que da a las organizaciones control total de sus datos. “Debes saber qué datos introduces”, dice Ville. “La seguridad y la privacidad no son opcionales: son la base”.
Los agentes de programación con IA también brillan cuando se integran en ecosistemas más amplios, conectándose con Jira, Slack, Salesforce o ServiceNow. “El verdadero poder de la IA surge cuando forma parte de la cadena de herramientas”, señala Ville. “Es entonces cuando puede apoyar no solo a los desarrolladores, sino a toda la organización”.
Sin embargo, ninguna tecnología puede tener éxito sin supervisión adecuada. Lanzarse a la IA sin gobernanza trae riesgos de fragmentación e inconsistencia. Según Ville, las empresas necesitan políticas sólidas de seguridad, formación por roles y claros mecanismos de “human-in-the-loop”. La personalización también es clave: tanto Roo Code como Cline soportan el Model Context Protocol (MCP), lo que permite construir plugins, adaptar flujos de trabajo y ampliar capacidades de la IA de forma segura.
IA como socio, no sustituto
De todo esto, Ville extrae tres lecciones clave: usar la IA para avanzar más rápido, pero nunca confiar ciegamente; tener siempre la seguridad como prioridad; y no saltarse las pruebas ni las revisiones. No son solo buenas prácticas técnicas, sino valores culturales. La IA puede amplificar nuestras fortalezas, pero la responsabilidad siempre recae en los humanos.
De cara al futuro, Ville no ve a la IA reemplazando a los desarrolladores, sino liberándolos. “Habrá menos repetición y más creatividad. La IA se encargará de los patrones, y nosotros podremos centrarnos en resolver problemas reales. Eso es lo emocionante: cambia lo que significa ser desarrollador”.
De programador a orquestador, de constructor a guía: Ville imagina un futuro en el que los agentes de programación con IA no eliminan el arte de programar, sino que lo elevan.
Serie del blog (parte 1 de 6): De asistente a colaborador – Cómo la IA está cambiando el arte de programar
En la siguiente parte, pasaremos del escritorio del desarrollador a la dinámica de todo el equipo. Exploraremos cómo los agentes de programación con IA ya están transformando flujos de trabajo, redefiniendo roles y permitiendo a las organizaciones escalar —no solo con personas, sino con colaboradores digitales inteligentes.