Lo que nuestros expertos han detectado en muchos entornos bancarios es que las entidades financieras han sido muy rápidas a la hora de implementar aplicaciones e infraestructuras, pero que sin embargo habían prestado poca atención al desmantelamiento consecuente de los componentes que no se utilizaban o que se utilizaban poco. A menudo los bancos utilizan una plataforma de IT compleja con múltiples componentes que en realidad no necesitan. Estos componentes generan un flujo constante de gastos y exigen un importante esfuerzo adicional a la hora de aplicar nuevas directrices de conformidad o requisitos de mantenimiento.